el infantil juego "ponerle la cola al burro" tiene sus comienzos en la antigua Roma donde, en ocasiones de festejo, un esclavo (conocido como burro) era colgado desnudo de las patas y las manos y los invitados (tambien desnudos) con los ojos tapados, munidos de falos de madera, intentaban "ponerle la cola al burro". En un manuscrito encontrado en las ruinas del imperio el gran Brutus Maximus comentaba: "Siempre haciamos trampa y espiabamos. Mas que al burro, terminabamos poniendonos nosotros la cola, total ganabamos todos". Increible pero real!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario