Por un eclipse de luna
En el 413 a. C. Demóstenes y el ejército ateniense se encontraban semicercados en Siracusa (Sicilia). Demóstenes convenció al jefe Nicias de que era mejor levantar el sitio de la ciudad, antes de que siguieran llegando refuerzos al enemigo. Cuando se estaban marchando, hubo un eclipse de luna, siendo considerado de mal agüero por Nicias. De modo que contra toda razón, y para desesperación de Demóstenes, decidió que la marcha debía aplazarse "tres veces nueve días", como prescribían los adivinos. Nicias, Demóstenes, 43.000 atenienses y los adivinos pasaron a mejor vida por ese error táctico.
En el 413 a. C. Demóstenes y el ejército ateniense se encontraban semicercados en Siracusa (Sicilia). Demóstenes convenció al jefe Nicias de que era mejor levantar el sitio de la ciudad, antes de que siguieran llegando refuerzos al enemigo. Cuando se estaban marchando, hubo un eclipse de luna, siendo considerado de mal agüero por Nicias. De modo que contra toda razón, y para desesperación de Demóstenes, decidió que la marcha debía aplazarse "tres veces nueve días", como prescribían los adivinos. Nicias, Demóstenes, 43.000 atenienses y los adivinos pasaron a mejor vida por ese error táctico.
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