Las platijas (orden pleuronectiformes) son peces planos asimétricos, con ambos ojos en un lado (el izquierdo o el derecho). Algunos son muy apreciados por su exquisito sabor, como diversas especies conocidas con el nombre de lenguado (suborden soleoidei, como el lenguado europeo Solea solea), el rodaballo o el halibut. Su pesca excesiva les hace estar a algunas especies en permanente peligro de extinción. Los hay de agua dulce y salada, y sus tamaños varían entre los 4.5 cm. (Tarphops oligolepis) y los 2.5 metros del halibut atlántico (Hippoglossus hippoglossus). Varias especies son los camaleones del mar, pudiendo cambiar de coloración el lado de los ojos según los colores del suelo en donde se posan (como el Citharichtys stigmaeus de la costa americana del Pacífico). Suelen enterrarse ligeramente con arena para pasar aún más desapercibidos. Todas las platijas ponen huevos y al nacer son pequeños peces simétricos, con un ojo en cada lado de la boca. En algún momento de su desarrollo, un ojo empieza un viaje que lo llevará por encima de la cabeza hasta el otro lado del pez. Durante ese trastorno el pez va inclinándose hasta ponerse totalmente de lado, con ambos ojos en la parte superior. Hay especies donde pueden encontrarse ejemplares con ambos ojos en el lado izquierdo o con ambos en el lado derecho, pero en la mayoría de las especies los ejemplares escogen un lado concreto. Algunas especies sólo tienen dientes en el lado de la boca correspondiente al lado ciego, mientras que el otro lado está mejor adaptado para la entrada de agua, facilitando la respiración.
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